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jueves, 19 de septiembre de 2013

El tiempo como medida abstracta de la realidad...



Para mi el tiempo transcurre desde que abro los ojos hasta que los vuelvo a cerrar y lo lleno con todo lo que puedo y quiero hacer entre medias. Intento dar los buenos días todas las mañanas a esas personas que son importantes en mi vida, suelen ser alrededor de 8 ó 10 mensajes personales  y no tardo mas de 10 minutos en recordarles a todos que pienso en ellos y que siguen teniendo un espacio especial en mi vida. Normalmente van contestando sobre la marcha y a veces hasta se adelantan. Muy pocos son los que anteponen la importancia de "su tiempo" a ese gesto amable de responder a una muestra desinteresada de cariño, pero éstos que te ignoran y que te hacen sentir tan insignificante quizás es que no se merecen ese pequeño esfuerzo del recuerdo. Poco a poco el jardín trasero se fue llenando de los "cadáveres" de esas personas que decidieron que no merecía unas mínimas  atenciones y que olvidaron que el cariño y la amistad hay que regarlos asiduamente sino quieres que se sequen. A veces aparecen de repente después de algún tiempo, como si nada hubiera cambiado, como si el tiempo no hubiera pasado y no se dan cuenta que terminaron convirtiéndose en muertos vivientes, en seres sin valor añadido. Lo cierto es que es triste volver a encontrárlos, observar sus sonrisas hipócritas y sus miradas vacías de historias que compartir, porque en el fondo saben que se equivocan, que no es justo esa forma suya de ignorar y menospreciar al resto creyendo estar por encima del bien y del mal. Seguiré llenando mi tiempo con aquellos que me quieren, con esos momentos tan mágicos donde los siento cerca por unos instantes, con esas pocas palabras que me acercan en la distancia y que me llenan de vida, y quien no sienta la necesidad ni por educación o respeto de contestarlos....pues seguramente terminaran llenando los huecos que quedan en el jardín trasero...

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