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martes, 29 de octubre de 2013

Aun así se negaba a rendirse...



Vivía saltando de un imposible a otro. Sus días no eran mas que un cúmulo de despropósitos donde no había sitio para las alegrías. Ni amor, ni dinero, ni siquiera salud le estaban reservados a su disfrute. Aún así se empeñaba en seguir caminando. Cerraba una puerta y se veía entrando por otra que la llevaba a una estancia peor que la anterior, pero es que no podía esquivar los problemas. Se sentía cansada, necesitaba parar en seco, recuperar, de alguna manera, las fuerzas que la vida le robaba, cerrar los ojos y dormir un sueño duradero que repara los daños de su cuerpo y le diera una tregua a su alma maltrecha. Con tantos atropellos era imposible parar, y a pesar del agotamiento se mantenía en pie, aunque a duras penas, y apoyando su espalda a las paredes conseguía no caer desfallecida. Aun así se resistía a tirar la toalla. A veces alguien se acercaba haciéndole creer que iba a ayudarla, pero después de utilizarla la abandonaban a su suerte. El desaliento se apoderaba de ella y percibía como poco a poco se le escapaban las pocas fuerzas que aun se resistían a dejarla. A cada momento le fallaban las fuerzas, no sabia cuanto tiempo iba a ser capaz de aguantar en pie, ni siquiera si su conciencia permanecería despierta mas que su propio cuerpo. Aún así se negaba a rendirse...

domingo, 27 de octubre de 2013

Esas pasiones oscuras que nos aligeran el alma...


Pasiones secretas, ocultas, oscuras, casi prohibidas. Pasiones nacidas de la necesidad de escapar de una rutina que nos devora poco a poco sin que podamos o queramos escapar de ella, o simplemente olvidar por unos instantes que la señora que ocupa  nuestras noches se llama Soledad. Pasiones llenas de besos escritos, y de caricias forradas de palabras, protagonizadas por amantes dibujados a tinta en el papel de las pieles que no se tocan. Pasiones que se buscan en la oscuridad de un salón en penumbra y que crecen según el ritmo marcado por un juego de dos donde la fantasía es la que marca las reglas. Pueden ser un único encuentro, o pueden alargarse en el infinito de las noches frías en una suma de batallas sin muertos, donde ganar o perder no tiene sentido porque el goce es el fin mismo de esta original guerra de cuerpos. Puede que las palabras se queden cortas y nazca la necesidad de ponerle voz a los gemidos, incluso puede que lleguen la ganas de perderse en unos ojos, de sentir el calor de la piel que las palabras no traen... Pero siempre serán pasiones secretas, esas pasiones que te descargan el alma y que te permiten seguir con el día a día de tu vida sin que te sientas culpable, sin que la conciencia haga de las suyas, seguirán siendo solo momentos llenos de morbo y fantasías que al compartirlas  parecen mas reales. Son esas pasiones que recordamos con una sonrisa tonta porque nadie las conoce, porque son solo nuestras.... porque nos alegran las noches y nos hacen sentir especiales, al menos durante esos momentos en los que compartimos nuestras miserias con otro perdido de la noche...Porque, nos guste o no, lo prohibido siempre es lo mas tentador... 

jueves, 24 de octubre de 2013

Sueños extraños que remueven conciencias...


Desperté en una casa que sentía mía, pero que nada tenia que ver con mi casa real. Era una casa vieja, sucia, desordenada, apenas tenía muebles y los pocos que se veían estaban rotos y desvencijados. Recorrí las estancias intentando hacerlas mías, pero la visión de lo que allí encontraba me lleno de recelo, me puse en alerta, había algo extraño en todo aquello, sentía que no estaba sola, que en la casa había alguien mas y que su presencia no era normal. Continué recorriendo la casa hasta llegar al salón, allí descubrí lo que era esa presencia extraña, mejor dicho, quienes eran. Tres mininos, tres gatos que yo intuía callejeros pero que su aspecto no correspondía,  tres felinos que se habían adueñado de mi salón sin el menor reparo, capeaban a sus anchas sin que mi presencia les influyera ningún pesar. Yo no sabía que hacer, solo quería que se fueran, poder recuperar mi intimidad, mi espacio, que se fueran cuanto antes de allí. Descubrí charcos de orines en el suelo y unos bichichos blancos minúsculos flotando vivos, enseguida los asocie a los gatos como si fueran crías de ellos, decidí que limpiando desaparecerían, que ya me encargaría de ellos mas tarde, ahora era otra mi principal preocupación. Busqué algo con lo que poder asustar a los mininos, encontré una escoba y armada con ella decidí enfrentarme a aquella situación tan extraña y que tanta descorazone me provocaba. Abrí la puerta de la calle, y cargada de paciencia y con mucho miedo de que pudieran atacarme o hacerme algún daño me dirigí al primero. Era atigresado, en colores canela y grises, el mas pequeño de los tres, el mas débil a simple vista, yo no quería hacerles daño, solo que se fueran, así que con la escoba comencé a empujarlo con cuidado hacia la puerta. Protestó un poco, pero se dejo guiar y desapareció escaleras abajo. Volví al salón y me dirigí al segundo, repetí la misma acción que con el anterior. Este era liso, se veía lustroso y bien cuidado, cosa que me extrañó porque yo seguía pensando que eran de la calle, este se reveló un poco pero también se fue. Entonces llegó el momento de enfrentarme al que realmente me daba miedo, era un gran gato negro, gordo, altivo, me miraba retándome, con desprecio, como riéndose de mi. Comencé a empujarlo, pesaba, me costaba moverlo, se revolvía y maullaba, yo temía pudiera morderme o arañarme, pero no lo intentó siquiera, yo seguía empujándolo, poco a poco lo acercaba a la puerta, me bufaba, se resistía, maullaba y me buscaba la miraba, yo no quería rendirme pese al miedo, o quizás por eso, por el miedo que me daba ese gato enorme, ya estaba en el dintel de la puerta, se daba cuenta que estaba perdiendo y se revolvía sin parar, giraba sobre si mismo para desandar el camino, intente cerrar la puerta y metía el hocico para evitar que lo lograra, yo no quería dañarlo y empujaba con cuidado...hasta que lo conseguí...me sentí en paz...No sé que quiere mi subconsciente decirme, lo escribo para no olvidarlo porque jamas había sentido un sueño de la forma que he vivido éste, presiento que puede ser importante...o quizás solo un mal sueño...

domingo, 20 de octubre de 2013

Dos almas compartidas unidas en un instante infinito...


Desperté amando a mi navegante, y lo amaba de una forma especial, única, como solo dos amantes de la noche saben hacerlo, de esa forma extrema en que dos cuerpos saben que los separaran al llegar la luz del amanecer, sin tener claro si habrá una próxima vez, o ésa será la ultima oportunidad de encontrarse en las sombras del placer. Lo amé atreves de los sentidos, de todos y cada uno de ellos...Yo quería disfrutar de su goce, volcarme en su deleite...Las yemas de mis dedos acariciando su piel desnuda, mis labios recorriendo sus rincones ocultos, la punta de mi lengua despertando sus ganas, y todo mi cuerpo entre aceites y esencias ungiendo el suyo, cansado y curtido en mil batallas viejas...Sentía el roce de mis brazos, de mis senos, de mi vientre en su piel, en sus músculos, hasta en sus huesos me sentía a mi misma y y a cada roce notaba como crecía él poco a poco para mi. Siempre me gustó descubrir el fondo de sus ojos de niño malo y perderme en ellos para intentar llegar a su interior por el camino que me abren, y en ese momento me gritaban pidiendo mas, mucho mas...y yo se lo daba, ahora despacio, sin ninguna prisa, ahora con ritmo frenético como locos libres que no temen a la vida. Y dando y dando poco a poco alcanzaba mi objetivo, que no era otro que el que él tocara el mismo cielo, y al tocarlo él yo misma lo alcanzaba solo sintiendo como gozaba y disfrutaba de las sensaciones que yo le proporcionaba...Intente alargar lo máximo esos momentos y que muriera de amor entre mis manos, y ahora sus ojos me rogaban que lo dejara explotar, que quería por fin derramar el elixir de su existencia, y yo le susurraba "solo un poco mas", y así, deteniendo en el tiempo y extendiendo esa agonía de placeres infinitos fue como el fin y el principio se tocaron, y en aquel desparrame de vida, dos almas compartidas se volvieron a tocar, en una unión eterna en un instante infinito, sellando sus destinos...

lunes, 14 de octubre de 2013

Amor como concepto de vida...



¿Cuantas veces no hemos confundido un simple encaprichamiento con estar enamorados?, es muy fácil equivocar los signos, o quizás es que el capricho, la pasión, la atracción física, son  parte de eso que nos gusta llamar amor. A lo mejor el amor no es más que sentir esa atracción por otra persona y, dependiendo del grado de intensidad que tenga, podrá ser mas profundo y largo en el tiempo. Lo cierto es que con los años empieza a importarme muy poco si es amor verdadero, capricho, atracción o como quieran llamarlo, lo que realmente me interesa es lo que siento en el instante mismo en que alguien me nubla la razón y siento un deseo desenfrenado por él. Es cierto que me gusta pensar que realmente lo es, amor digo, aunque sepa a ciencia cierta que es imposible, porque, ¿no es maravilloso la transformación que el alma y el cuerpo presentan?...El rostro se ilumina, la mirada adquiere vida, el cabello, la piel el cuerpo entero se impregnan de un brillo único, se iluminan. La autoestima crece, los biorritmos se aceleran, las endorfinas se disparan. Nos llenamos de una energía extraña que hace que aunque no durmamos podamos seguir con nuestra vida normal. Sí, estamos un poco-bastante distraídos, pero alguna cosita negativa tenia que tener. Esas noches eternas al teléfono o escribiendo en un chat, esas sonrisas tontas cuando recibes cada uno de los mil mensajes que te envian al día, esos nervios que te entran cuando crees verlo en la calle o cuando realmente coincides en algún lugar...Volvemos a tras en el tiempo y recuperamos esos 15 años tan lejanos ya, con su inocencia, con sus ganas, con su vida por descubrir...¿Que mas da que dure unos días, unos meses o se alargue por años?, es tan maravilloso lo que se trasmite y lo que sientes que ojala pudiéramos sentirlo siempre, y si no es amor, sera pasión, y si no atracción o simple capricho...Rejuvenece, adelgaza y te hace feliz, ¿que más se puede pedir?...Me apunto al amor como concepto de vida...

lunes, 7 de octubre de 2013

Un café será la escusa...


Llevabas tiempo intentando buscar una escusa para acercarte de nuevo, estoy convencida que me echabas de menos. Las pocas veces que coincidimos te pegas a mi como una lapa, y en cuanto bajo un poco la guardia me agobias con tus tonterías de siempre. Con una sonrisa y fingiendo que atiendo a alguien consigo esquivar tus comentarios, soy toda una experta en el arte del escapismo, pero la ultima vez conseguiste sacarme la promesa de un café, no se como me deje enredar. Alargo todo lo que puedo el momento de ese encuentro a solas, no es que me des miedo, lo que temo es tener que enfrentarme a las historias de siempre, a tu no decir nada, a tus palabras vacías y torpes, y sobre todo temo mi reacción ante ellas. Un año da para muchos cambios, y yo no he tenido mas remedio que cambiar a ritmo de vida. Una noche de junio me atreví por fin a decirte adiós de la única forma que me permitiste, una canción fue el medio, y nunca fuiste capaz de decir nada, el ultimo día confesaste que te había encantado, incluso le has hablado a alguien de ella, pero, como te referí de pasada no tienes ni idea del verdadero sentido de su letra. Ese café no es mas que una escusa por tu parte para intentar algo que ya esta muy muerto, y estoy convencida que ni te imaginas que no te lo voy a permitir, he aprendido a buscar mis mecanismos de autodefensa, y las tengo muy activas, te lo aseguro. Ni siquiera creo que termine por llegar ese café, sinceramente hoy por hoy no me apetece nada y ya estoy tan acostumbrada a tu cobardía que en cuanto notes algo de lo que te espera volverás a salir huyendo. Tampoco es que me importe mucho, de verdad, tu tiempo acabó, lo estropeaste todo, y ya nada volverá a ser ni siquiera parecido... Pero, por si me equivoco, un café será la escusa para poder decirte lo que no me has dejado durante todo este tiempo...

miércoles, 2 de octubre de 2013

Aviso a un navegante...


Querido Navegante:

Espero ilusionada que de una u otra manera esta botella llegue a tus manos y puedas leer el menaje que transporta. Nuestros mundos son muy distintos y la comunicación entre ellos bastante complicada, sin hablar de la diferencia de tiempos. Desde aquí, mi palacio de coral en el fondo de este mar curioso, te recuerdo con frecuencia, bueno, en realidad siempre, a quien quiero engañar. No consigo olvidar tus ojos de niño malo y tu sonrisa pícara. Te confieso que cogí prestado un marco con una imagen tuya y que a menudo paso horas contemplándolo embelesada e imaginando que tú también te pierdes en mi mirada. Ya sabes que nosotras las sirenas somos un poco especiales, tenemos una forma de vivir los sentimientos bastante diferente a los humanos, y que para nosotras el amor es algo muy abstracto y sin forma. No me gustaría asustarte si alguna vez en mi manera de compartir lo que siento puedas confundir lo que en realidad pretendo transmitir, no soportaría que con dicha confusión no tuvieras valor de preguntarme y darme la oportunidad de explicarme y aclararte lo que en realidad quiera decir o expresar. Soy demasiado espontanea y natural en mis formas y eso no todos lo entienden. Me gustaría poder ser contigo mas yo, pero reconozco que me controlo mucho, a veces demasiado, y no quiero perder mi esencia, por eso te escribo esta carta, necesito que me digas como puedo acercarme a ti sin que te resulte pesado o agobiante. Espero con ansia el próximo encuentro, que se retrasa ya, y que podamos disponer de mas tiempo que en el anterior y seguir en el mismo punto donde tuvimos que dejarlo en aquella playa aquel día de principios de verano. Tengo mucho que saber de ti, y mucho que compartir de mi ... Sólo una cosa mas... Me gustas mucho, y eso no sé si es bueno o malo, pero cuando a una sirena le gusta un humano se disloca un poco, disculpa si alguna vez molesto...Mis besos en ti navegante...

Tu sirena Penélope.