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sábado, 9 de mayo de 2015

Travesuras de mujer y otros juegos del calor...



Se sentía plena y completa...tanto tiempo luchando y por fin podía afirmar que había alcanzado su objetivo, era feliz. Feliz consigo misma, con su entorno, con su soledad elegida, con lo que encontraba en el camino...con cada instante que la hacia sonreír. Le gustaba disfrutar de la vida, de las cosas sencillas que aparecían porque sí, había aprendido a aferrarse a ellas sin más y sacarles todo su jugo. Sí, realmente estaba a gusto en su mundo, ese mundo lleno de muchas cosas distintas y gente especial que le permitían llenarse de esa sabiduría sencilla que permite crecer como persona cada día un poquito más. Acababan de llegar los primero calores de la primavera y el ambiente había cambiado casi sin avisar. Los olores eran distintos, los colores eran más llamativos, todo estaba inundado de luz y daban ganas de gritar como chiquillos, así lo sentía. El poder salir a la calle ligera de ropa, guardando en el armario los bastos abrigos del invierno y recuperar las finas blusas y vestidos de alegres colores y frescas texturas le hacían enfrentar los días con unas ganas locas de coquetear y seducir. Travesuras, muchas ganas de travesuras era lo que la animaba. Jugar, flirtear, provocar... pasaba el día inventando formas de conseguirlo. Guiños encerrados en palabras que dicen una cosa y quieren decir otra muy distinta, juegos pintados de doble sentidos para quien los quiera interpretar, una sonrisa pícara llena de lujuria disfrazada de inocencia, una mirada descarada que solo el que la recibe puede descifrar. Así pasaba los días, entre juegos y travesuras que arrancaban risas y desconcierto, que agradaban y llenaban de ilusión y ganas a quien tenía la suerte de ser elegido, que se alargaban en el tiempo que unos y otros querían para mantener el juego vivo. Y así continuaba cada día, sintiéndose más libre, más llena, con más control de su vida, más segura que sus pensamientos y sentimientos eran suyos y ciertos, eran los que eran porque eran ella misma, su esencia, su todo... Desde sus travesuras y sus juegos se encontraba a sí misma cada día un poquito más y seguía caminando tranquila, sabiendo que lo hacía bien, que mientras ella lo quisiera así, todo estaría bien. Se atrevió a confesarle a su amor imposible que le tenía ganas, pero ganas de las buenas, esas ganas que habían ido creciendo desde la ultima vez, esas ganas que estaba segura eran mutuas. Lo hizo a pesar de que no era correcto hacerlo, de que cruzar la linea era peligroso, pero le apeteció, le dijo exactamente lo que pensaba sin dejar espacio a nada más... y consiguió su objetivo, despertó la curiosidad de quien se suponía estaba felizmente comprometido y sin más lo siguió tratando igual que siempre, con una naturalidad indiferente que aun provocó más curiosidad en el otro. Mantuvo por días una conversación escrita con un conocido llena de tiras y aflojas y, por momentos, muy subida de tono, que llevo a calentar los espacios tanto que parecía que se iba a proyectar una película porno en medio de su salón, jugando a inventar historias imposibles con un ron dulce como protagonista. Coqueteo con descaro con todo con el que sabía que no pasaba desapercibida, les daba una de cal y dos de arena, manteniendo el control de la situación. Y así, entre juego y juego, entre risas, miradas y desconciertos llenó esos días de ilusiones... Pero cuando se juega, se arriesga, y al final fue a ella a quien sorprendieron, la sorprendieron con un beso de esos que ya no esperaba, y esa partida dejó de controlarla. No le gustó demasiado. Sabía que el  juego se transformaba en algo muy peligroso, un juego que podría hacerla sufrir, del que desconocía las reglas porque ni siquiera existían, del que no estaba segura siquiera del que los jugadores quisieran participar realmente... Vértigo, dudas, desconfianza, deseo y esperanza fue lo que halló en ese inicio de partida, y la certeza de que sería larga y excitante, la paciencia sería la mejor de las estrategias y lo sabía... ¿arriesgarse o parar?, ¿cara o cruz?...no encontraba respuesta... después de mucho pensarlo...decidió seguir jugando...

jueves, 9 de abril de 2015

El sueño suspendido de un beso de esos...





Desde el  mismo instante que sus miradas se cruzaron supo que estaban unidos desde siempre. Había algo en él, en su mirada, en el fondo de sus ojos que conocía muy bien, que le daba confianza, que le decía que podía fiarse de él. No sabia su nombre, ni quien era realmente, pero podía leer su sonrisa como si hubiera estado a su lado toda una eternidad. Supo desde el principio que no se separarían nunca.

No fue fácil permanecer cerca. Él era un guerrero inmerso en mil batallas cruentas, donde vivir o morir dependía de mantener toda su atención en luchar, no había tiempo para sentimientos, y el sufrimiento y el horror le habían encerrado el corazón tras grandes muros de obstinación. En cuanto percibió lo que ella podría sentir se apartó, o mejor dicho, la apartó de su lado bruscamente, sin apenas explicaciones, como se echa a un borracho de un bar de mala muerte, por la puerta de atrás y a empujones para que no forme escándalo.

A pesar de la brusquedad de sus formas, de sus mil defectos, del carácter recio y retraído, de sus pocas palabras y lo rudo de sus costumbres, ella sabia descubrir una gran ternura y mucha necesidad de cariño. Vestía una tristeza que le recordaba mucho a la suya misma, a esa que se había ido tejiendo a lo largo de los años directamente en la piel. Ella conseguía leer en sus ojos avellana mucho más de lo que el quería decir y menos de lo que era capaz de traducir, por eso la llenaba de desazón y congoja. No conseguía entender que le pasaba, por qué la rechazaba y sin embargo no terminaba nunca de alejarse del todo. Imaginaba a otras mujeres, o que simplemente no era capaz de despertar en su corazón ese amor que consiguiera ablandarlo...a pesar de todo seguía cerca, intentando arrancarle una sonrisa, que le dedicara unas palabras, un poco de atención, una simple mirada...

El tiempo fue pasando, y todo seguía igual, finalmente él decidió retirarse a los brazos de otra, aunque buscaba mil escusas para no alejarse mucho de ella, siguiendo sus pasos desde la distancia, la observaba desde las sombras, pero sin dejarse ver plenamente, insinuando levemente su interés. Pero ni las precauciones que pretendía tener evitaba que se notara la atracción que también sentía por ella,  miradas lascivas se le escapaban cada vez que se cruzaban, pensamientos llenos de deseos lo mantenían con su imagen viva en la cabeza todo el día, sueños llenos de desnudez y placer lo despertaban por las noches, y era esa obsesión que sentía lo que más le convencía de que estar con ella era un peligro que debía evitar, por eso intentó olvidarla al lado de otra mujer...

Ella decidió darle el tiempo suficiente para que él relajara sus miedos ante ella, lo trató con la indiferencia de una amiga a la que no le interesa el hombre, solo la felicidad del amigo, y comprobar así si su supuesto amor era real o solo un engaño hacia sí mismo para no enfrentar sus verdaderos sentimientos... Así siguieron mucho tiempo, y lo que pasó después deberá esperar a otra historia, porque en esta aún no conocemos el final...






Sonia se prestó a acompañarlos… Buscaban lugares bonitos en los alrededores para sacar algunas fotos, y ella conocía uno muy especial…. Era una de las orillas del pantano y al atardecer era aún más bello si cabe. Allí se dirigieron los tres con la tensión que da no compartir un mismo idioma. Ellos eran portugueses y ella más que entender adivinaba con esfuerzo lo que intentaban decirle. Parecían unos chavales simpáticos, y desde luego educados, que la trataban con mucho respeto. No era fácil en el pueblo encontrarse con hombres así, y a demás guapísimos… Estaba de suerte, pensaba mientras los guiaba por el camino de tierra en bastante mal estado por las últimas lluvias. Cuando llegaron al sitio quedaron encantados. Era espectacular, unas vistas preciosas del pantano, recortado por las montañas que lo rodeaban y el silencio…. se podía oír el silencio…. Ese día estaba aún más hermoso, las luces de la tarde creaban un ambiente de inmensidad… como si de repente fueran los únicos habitantes del planeta, suspendidos en la oscuridad del universo… Paulo comenzó a hacer fotos sin parar, le gritaba algo a Miguel, pero Sonia no les prestaba atención…. Estaba de pie dándoles la espalda, embriagándose de vida mientras observaba la quietud del agua y la combinación de colores que se apreciaba en el cielo… naranjas, rojos, morados, azules…. De repente Miguel se hacercó a ella con mucho cuidado y con una voz muy amable y tranquila intentó pedirle que posara con él… Paulo quería fotografiarlos…. Ella aceptó encantada, nunca había posado para un profesional y menos con un compañero tan guapo…. Miguel se situó tras ella y le cogió las manos con mucha ternura… se notaban los nervios y la rigidez de las poses… Paulo estaba entusiasmado y les guiaba pidiéndoles nuevas figuras…. Poco a poco los tres se fueron relajando y todo se volvió natural y tranquilo… Ya Paulo no tenía que pedirles nada…. Las poses salían solas, se les notaba muy tranquilos y felices. Miguel cada vez se acercaba más al cuerpo de Sonia y a ella parecía no importarle en absoluto…. Se rozaba, la acariciaba con ternura, le apartaba el pelo y acercaba su mejilla a la cara de Sonia, la abrazaba con cariño… Y ella estaba disfrutando como nunca lo había echo… Paulo observaba la compenetración que se estaba produciendo entre la pareja de modelos y de repente le pidió a Miguel que le desabrochara varios botones de la camisa a Sonia…. Ellos se rieron, él le pidió permiso a Sonia y ella entre bromas se lo concedió… Con las manos temblorosas se los desabrochó muy despacio mientras la miraba a los ojos con pasión y hasta un poco de lujuria… siguieron posando aunque cada vez estaban más excitados… poco a poco terminó por quitarle la camisa y empezó a acariciarle toda la piel, a besarle el cuello, el busto…. Paulo había dejado la cámara y se unió a las caricias…. A Sonia le faltaba el aire… la excitación le entrecortaba la respiración… ellos solo buscaban darle placer y lo estaban consiguiendo… Habían terminado de desnudarla y los besos y las caricias se trasladaron a los lugares más íntimos de su cuerpo…. Creía morir de goce…. La guiaron hasta el suelo y mientras uno de ellos degustaba su zona más íntima el otro le ofreció su falo para que lo lamiera sin pudor…. Los gemidos de Sonia llenaban el aire mientras alcanzaba el clímax…. De repente Paulo se recostó de espaldas al suelo y le indicó que lo cabalgara… ella así lo hizo…. Sintió el miembro de su compañero dentro de su cuerpo como un regalo de placer…. Miguel la acariciaba y la besaba…. Él también estaba muy excitado y quería disfrutar del cuerpo de Sonia y se acercó a ella ofreciéndole la oportunidad de sentir a dos hombres en su interior a la vez… Ella aceptó y entre los dos la llevaron al máximo nivel de placer jamás conseguido… Cuando terminaron se recostaron los tres muy juntos, se sentía protegida por esos cuerpos que momentos antes la habían disfrutado con tanta ansia…. Había anochecido y el cielo estaba repleto de estrellas… Entre besos cariñosos y tiernas caricias consiguieron relajarse…. Ahora sí que iba a ser especial ese lugar en los recuerdos de Sonia, nunca olvidaría aquella tarde llena de pasión…

sábado, 25 de enero de 2014

Fantasías de tres mosqueteros del Rey...




Ya había anochecido cuando llegaron a su destino, hacia frío y el viaje haba sido largo y muy pesado. Llevaban días cabalgando apenas sin descansar, y estaban agotados. Su refugio estaba aislado y parecía seguro, al menos esa noche descansarían. Aliviaron a las caballerías y entraron en la casa donde encontraron una única estancia apenas sin muebles. Encendieron el fuego de la chimenea y al momento pudieron notar el calor del fuego. Decidieron acercar los jergones al calor del hogar y relajarse cenando algo y bebiendo un poco de vino que aun les quedaba. Eran tres, dos hombres y una mujer vestida de la misma guisa que ellos, por lo que pasaba desapercibida al resto del mundo. Sus compañeros eran las únicas personas que conocían su verdadera identidad, y es que la peligrosa misión que debían llevar a cavo así lo requería. En esa intimidad creada ella decidió que era el momento de ponerse cómoda y prescindir de esas prendas masculinas que la cubrían. Quedó sólo con la camisa y sentó muy cerca del fuego para poder calentar su cansado cuerpo. Ellos no dijeron nada, aunque se miraron nerviosos, prepararon las viandas y se sentaron a su lado. La conversación trascurrió relajada, aunque se notaba la turbación de ellos ante la situación, a ella le hacia gracia y los incitaba sutilmente. Se notaba que ella disfrutaba excitándolos, miradas, movimientos provocadores, comentarios mal intencionados pero siempre con dobles sentidos que provocaban la confusión de sus compañeros. El vino fue relajando las mentes, y cada vez las provocaciones de los tres eran más directas, una mano que toca, una mirada retenida más tiempo de la cuenta, unos labios que se atreven...Risas que lo llenan todo, unos labios en el cuello de ella, unos brazos que la rodean, cuatro manos acariciándola, y ella dejándose querer por esos hombres con los que compartía  tantas calamidades. Cada vez estaba más excitada sabiendo del deseo de ellos, necesitaba sentirlos muy cerca, fundir su piel con las suyas, alguien la desnudó por completo, y los cuerpos de ellos aparecieron sin ropajes también, ahí estaban, tres cuerpos preparados para sentir un placer redentor. Sin saber cómo sus labios besaban otros labios, mientras unas manos expertas despertaban sus sentidos, sentía como la recorrían con la mirada, con las yemas de los dedos marcando senderos infinitos, como manos apretaban su carne, sus valles, sus montes, como lamían cada rincón escondido de su ser...Se dejó querer, y buscó el placer de ellos que ya estaban muy excitados, las caricias eran mutuas, conseguir el goce entre ellos se había convertido en su objetivo. Si uno besaba, el otro lamia y al mismo tiempo acariciaban, y ella lamia, palpaba, rozaba, mordía...La tomaron y ella los tomó a ellos también, cabalgando desbocada o con embestidas que cambiaban de ritmo para aumentar el disfrute de los cuerpos, cualquier postura era buena, cualquier posición servia para inventar otra más, y otra, y otra....hasta que el clímax llegó una vez, y se volvió a repetir una segunda, y se turnaban para que ella siguiera gozando después de gozar, hasta que ya no pudieron más...el alba los sorprendió abrazados, no habían dormido mucho pero la calma de sus cuerpos sugería que tampoco lo necesitaban...debían continuar camino...

martes, 31 de diciembre de 2013

Haciendo camino al andar...




Su mirada se perdió en el infinito del tiempo y el espacio que la mente provoca cuando nos adentra en ese mundo raro que conforman los recuerdos. Asomada a esa ventana, que aun la acercaba al mar de su vida, se le antojó que era buen momento de hacer balance de sus días. Sentía que vivía como quería, que la soledad, una vez aceptada, no era tan mala compañera. Se sentía fuerte y dispuesta a seguir caminando, el viaje estaba resultando bastante complicado, pero ya había avanzado demasiado como para plantearse volver a tras. Era consciente que encontrar un compañero de camino no era tarea fácil, su alma tan maltratada y ajada, podía resultar una carga demasiado pesada para cualquier caballero andante en busca de una princesa a la que ayudar, y ella, que ademas de no haber sido nunca una de ellas tampoco necesitaba quien la ayudara. Desde muy temprano le tocó aprender a defenderse por si misma, y tantos años de autosuficiencia le habían robado la costumbre de depender de nadie. Mas bien echaba de menos ese hombro en el que apoyarse para descansar, que la escuchara cuando necesitara hablar sin mas esfuerzo que oír, sin pretender que solucionara sus problemas ni diera luz a sus dudas, solo escuchar sus palabras. Tantas cicatrices son muy difíciles de curar, había aceptado esa eterna compañía de un dolor sordo que siempre la vestía, es imposible que nadie que no lo siente lo pueda entender. Si, debía ser muy difícil acompañar a alguien como ella. No podía echarle la culpa a quienes se asustaban y decidían cambiar de ruta, era normal. Aunque le terminaran cogiendo cariño, su carga era demasiado pesada, y en este mundo donde aprendemos desde muy pronto a no querer mas problemas que los propios y a que cada uno se las apañe como pueda con los suyos, era un milagro que aun se acercaran aunque fueran pequeños ratitos. Reconocía que eran muy gratos, y con eso se quedaba, con esos escasos metros de animada compañía, llenos de charlas interesantes y emotivos momentos. Seguiría caminando sola, probablemente ese seria su destino, seguiría curando sus cicatrices y recuperando las fuerzas perdidas a base de golpes y caídas,  seguiría reuniendo recuerdos de aquellos, que aunque solo por momentos, le permitían sentirse un poco menos abandonada.

domingo, 22 de diciembre de 2013

La casa de Asterión...



Asterión, prisionero en su propia casa, una casa sin puertas ni cerraduras, pero de la cual no se atreve a salir porque se siente preso por el peor de los carceleros...el miedo. Un miedo irracional a lo desconocido, al que dirán y pensaran de él los demás, a equivocarse y fracasar, al dolor... miedo a vivir...Asterión,  un ser monstruoso, pero pretendiendo ser superior al resto de los mortales por ser hijo de una reina y, simplemente por ello, encontrándose por encima del bien y del mal. Recorre los pasillos de su casa infinita buscando no sabe bien qué, estancias vacías, frías, donde pasan las horas lánguidamente, sin más compañía que él mismo. No se plantea buscar fuera un sentido a esa vida que le ha tocado, no se atreve a decidir cambiar nada, simplemente espera que aparezca su redentor, aquel al que le tocará la tarea de poner fin a su existencia. ¿Cuantos no hemos sido, en un momento determinado, una especie Asterión?, cuantos no hemos perdido años de nuestra vida asustados de lo que se encontraba fuera de nosotros mismos, de movernos y provocar burlas, reproches, disgustos en los otros. Cuantos no nos atrevemos a experimentar experiencias nuevas por temer lo que nos depararía, a avanzar en un camino desconocido del que sospechamos podríamos aprender pero desconocemos su destino final. En qué momento aparecerá nuestro Teseo interno y nos empujará a poner fin a la vida de Asterión, y con la ayuda de alguna Ariadna nos muestre el camino de salida del laberinto interno de nuestra mente, de nuestra determinación a querer vivir sobre todas las cosas, a respirar la libertad que da el mundo exterior de nuestra propia osadía. Mucha suerte a quienes se encuentren en ese trance de cambio, a quien se da cuenta que Asterión domina su existencia y deciden ayudar a Teseo a acabar con él. Mucha suerte a quienes decidan vivir...

domingo, 1 de diciembre de 2013

Eros y Psyque...


Hasta la más bella de las diosas envidiaba su hermosura, porque no existe nada mas atrayente para el humano que un alma pura. Aunque hermosa, era desgraciada, tanta belleza solo causa temor. No existía un corazón que se atreviera a amarla y el tiempo pasaba sin conocer quien la complementara. Los celos de la diosa llegaron a tal extremo que decidió castigarla por la osadía de eclipsarla y ordenó a su propio hijo que acabara con ella, de la forma más horrible que se le ocurrió. Decidió que su castigo sería  morir de amor por la criatura más horrible que existiera, por el más temible de los monstruos, por el peor de los seres imaginable. El dios del amor y el sexo procedió a cumplir las ordenes de su madre. Ella, desesperada, se entregó a las predicciones de un oráculo envenenado de odio, y, sobre una roca del acantilado más alto que halló, se entregó tumbada a esperar su infame destino, el ser desposada por un desconocido, que intuía sería una horrible pesadilla. Fue entonces cuando las cosas ocurrieron sin que ella entendiera nada, un fuerte viento la levantó en volandas y la transportó a un lugar encantado, rodeado de jardines frondosos que enmarcaban un palacio de oro y cristal. No sabia que pensar. Su sorpresa aumentó cuando mil sirvientes atendían solícitos sus deseos. Al llegar la noche, cansada de tantas sorpresas e incertidumbres se quedó dormida. No escuchó llegar a quien suponía su esposo, solo oyó una voz amorosa que la tranquilizaba, unos besos que la llenaban de amor, unas manos que borraban sus miedos y la hacían gozar con tanto placer, que creyó todo era un sueño. Al amanecer ese ser, que tan maravillosamente la había poseído, desapareció en silencio. Las noches transcurrieron igual por mucho tiempo, su esposo llegaba y la amaba como jamás pensó la pudiera amar nadie, y a cambio él le rogaba que no quisiera conocer su rostro. Después de un tiempo la curiosidad por saber más de quien tan feliz la hacia la llevó a incumplir lo pactado, y una noche acercó una lampara para conocer quien era realmente su esposo...Se quedó maravillada, era el ser más hermoso que jamás había conocido, tanta turbación le causó descubrir la belleza de su amante que no se percató que una gota de aceite caía en el hombro de él y lo despertó. Quien tenía que castigarla se rindió a su belleza y desobedeció las ordenes de una diosa para poder estar con ella, pero la imprudencia y traición de quien amaba consiguió que él huyera de su lado totalmente decepcionado. Al final su castigo fue perder al amor de su vida, recorrer la tierra buscando un perdón que no le era concedido, seguir cumpliendo pruebas que demostraran ese amor verdadero e intentar recuperar la mitad de su alma, borrando las heridas de la traición. Dos almas compartidas, a penas conocidas, pero atadas por el hilo dorado de un destino que no se puede entender.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Sueños eternos que unen corazones...



Nunca supo si llegó a existir realmente. Ella lo imaginaba cada noche, y alargaba el sueño cada día más para poder permanecer a su lado por más tiempo, tanto, que la noche se comió al día y se unieron en un tiempo imposible. Ella soñaba con esas manos suaves que recorrían su cuerpo sin pudor alguno, con esos ojos que se iluminaban cada vez que se perdían en sus curvas, en su piel dispuesta, abierta a él, esa boca jugosa que la devoraba apasionadamente... Le pedía  que la amase, que lo hiciera de las mil y una formas que había aprendido junto a él, que mordiera su piel, que tomara su carne, que derritiera su boca, que fundiera su sexo con el suyo, que de tanto amarla terminaran siendo un mismo cuerpo indivisible. Le rogaba que no dejara de hacerla suya, que no se separara de su lado ni un instante, que sudaran el mismo sudor, que lloraran las misma lágrimas de gozo, que compartieran la misma sangre como si de una única fuente manara. Nunca supo si existió realmente, y al negarse a planteárselo siquiera, terminó por entregarse al sueño, a ese sueño donde su amante era fuego solo para ella, donde no lo compartía con la vida, ese sueño donde ella era feliz sólo con él. Y tanto soñó, que dejó de existir para vivir soñándolo, para disfrutarlo en soledad, para tenerlo a su antojo, porque estando con su amor soñado ella era feliz, y no necesitaba más para morir soñando una vida plena de amor eterno...

lunes, 18 de noviembre de 2013

En busca de un posible muy imposible...



Hace unos días me preguntaban que buscaba esta sirena, que era lo que quería encontrar bajo ese mar que cada día se vuelve mas frió e inhóspito...La primera intención fue contestar que nada, ¿que podría necesitar una sirena como yo?, soy independiente, atrevida, descarada...a parte de tener el sustento asegurado no necesito nada...pero, antes de contestar me tome mi tiempo para pensarlo...¿que podría buscar?, todos esperamos encontrar algo, yo no soy tan diferente a los demás, debía de haber algo, escondido, deseado, algo que me gustaría tener y que tenia que extrañar...Pensé en todo aquello que podría echar de menos, aunque no fuera imprescindible, aunque se pudiera pasar sin tenerlo, pensé en cosas que había podido perder y que me habían podido gustar...Pensé en lo que es no estar sola, en lo abrazos, los besos, las lágrimas compartidas, los secretos...pensé en los amigos, los que están y los que se fueron, pensé en lo aprendido y en lo que me queda por aprender...pensé en mi Telemako, en como crece, día a día, pensé en que Ulises no termina de aparecer, y ya son muchos años sin saber...pensé en la lucha diaria en contra de los elementos, pensé en los que me rodean, en los que esperan verme caer, en todo lo que queda por hacer...pensé mucho rato, tanto, que quien me había preguntado se olvidó de que pudiera responder, y de repente, como si nada, le contesté...la felicidad, busco la felicidad, en cada granito de arena de esta playa la busco para poder compartirla con los míos...solo necesito eso...ser feliz y compartirlo...

martes, 12 de noviembre de 2013

Los silencios nunca fueron buenos como despedida...


Nunca imaginé que llegaría el día que te vistieras de silencio ante mi, no lo necesitas, no hace falta, un simple "hasta pronto" seria suficiente para cerrar un capitulo. Se que tus viajes por esos mares son muchos y complicados, que los pocos momentos en que regresas a casa es para enfrentar mil problemas, que probablemente otra sirena haya conseguido atraerte a su playa, pero con eso contábamos, al menos yo si lo tenia claro. Siempre supe que nuestro cuento terminaría, pero imagine un final muy diferente, un final de puntos suspensivos donde quedara espacio a una bonita amistad. Intento tener paciencia, esperar a que decidas al menos tener un gesto de caballero y decirme algo de lo que está ocurriendo. Nunca entendí el idioma del silencio como formula ética de despedida, entre otras cosas porque siempre creí que no me lo merecía. Son muchas las veces ya que lo han utilizado sin razón conmigo. Siempre me repito lo mismo ¿por qué?, si yo tengo una capacidad de entendimiento inmensa, si jamás he planteado ningún tipo de problema a nadie, nunca pido, mucho menos me planteo exigir nada, entre otras cosas para que nadie se crea con poder de hacerlo conmigo, entonces...¿por que huir en silencio?, ¿realmente piensan que yo pueda provocar cualquier escándalo en sus vidas?...empiezo a estar cansada de los miedos inútiles, de las vergüenzas incómodas, de dar con navegantes que no son capaces de enfrentarse a una sirena cara a cara...tendré que plantearme intentarlo con un tritón, igual con ellos es diferente...