Caminaba descalza siguiendo el trazado de las vías. Lo hacia despacio, muy pendiente del mínimo ruido, no quería perder su tren y había decidido cogerlo en marcha. Había olvidado lo que era el miedo, porque quien todo lo ha perdido no necesita volver a sentirlo. Decían que era valiente, ella solo creía que había perdido la cordura, y era precisamente esa locura la que la obligaba ha seguir luchando. De equipaje únicamente lo puesto, no necesitaba mas, el corazón y el alma se habían aligerado del peso también, porque para empezar de nuevo sobra todo lo pasado. A veces se le llenaba la mente de imágenes de otra vida, de recuerdos de otros lugares, de caras sin nombre que un día fueron cercanos, pero ella movía fuerte la cabeza de un lado a otro para borrarlos rápido, para despejar esos pensamientos que podrían anclarla e impedir continuar el camino elegido. La caída había sido muy dura, levantarse le costo muchísimo, y las heridas seguían abiertas. Sabia que algún día regresaría, se enfrentaría a ese pasado por olvidar, pero ya no seria la misma...Siguió caminando sin mirar atrás, esperando ese tren que pronto pasaría a su lado...
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